Resumen de mi participación en la 5ta. Transmisión de diálogos por la esperanza.

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(Producida en conjunto por la dimensión de pastoral educativa y de cultura de la conferencia del episcopado mexicano y la universidad vasco de Quiroga).

Conducido por el presbítero Eduardo Corral Merino.

Invitados: Mtro. Conrado Antonio Larios Prado y L.A. David Luviano Gómez.

-IDEAS GENERALES-

–         Éste es el momento de la fortaleza y estamos llamados a la serenidad.

–         Siempre he creído que ser empresario es un acto de valentía y hoy más que nunca los empresarios debemos sentirnos acompañados y a la distancia procurar la cercanía y el encuentro con nosotros mismos, con los otros y con las instituciones formadas por ciudadanos que buscan el bien común en sentido amplio.

–         Es un momento para no dejarnos atrapar por la resistencia porque una de las cosas inherentes a nuestra realidad y a nuestra existencia es que todo cambia y esa es la única constante, por eso creo que estamos llamados a construir nuestra nueva forma de ser y estar en esta nueva realidad, la situación que actualmente vivimos nos abre dos caminos claros el primero es la desesperanza y el segundo es el crecimiento y el único camino a través del cual podremos convertir la desesperanza en crecimiento es el encuentro y con quien primero debemos encontrarnos es con nosotros mismos, con nuestras fortalezas y habilidades para que al encontrarnos con prójimo sepamos cómo podemos servirle y ayudarle porque además el servicio es la semilla fértil que logra hacer que una empresa pueda prosperar.

–         Para los jóvenes universitarios que nos ven, es sumamente importante que hoy más que nunca sepan que la mejor forma de encontrar trabajo es generando trabajos, porque la oferta de empleos que hoy ofrece el mundo no alcanza para emplear a todos los egresados que año tras año terminan sus estudios universitarios.

–         Saber que no estamos solos en momentos de prueba cómo los que hoy vivimos, nos lleva a la serenidad y a la fortaleza porque nuestra naturaleza nos lleva a depender del acompañamiento de los demás, por ello resulta urgente también encontrarnos con las instituciones cómo las cámaras empresariales, la academia y demás órganos empresariales para construir diálogos por la esperanza que nos permitan seguir adelante con nuestros proyectos productivos.

–         “La crisis nos permite conocer de nosotros mismos, cualidades que en la comodidad no habríamos podido descubrir”

–         Ante el escenario actual que hoy nos interpela a pensarnos de manera diferente, debemos ver a la empresa cómo un medio para construir un nuevo pacto social y cómo un instrumento para encontrarnos con la dignidad y la grandeza de la persona humana, hoy dependemos de que cómo sociedad apelemos por la solidaridad sin sobrepasar la delgada línea que existe entre la solidaridad y la subsidiariedad para que la generosidad que conlleva la solidaridad del otro no se convierta en nuestra zona de confort y ese es hoy uno de los grandes riegos para las sociedades dirigidas por gobiernos y empresas que no entiendan esa gran diferencia, porque estas formas de gestión apagan el espíritu emprendedor y la búsqueda constante de ser productivos y prósperos a través de servir otros y en el camino dignificarnos, así como generar riqueza en sentido amplio para la sociedad dentro y fuera de la empresa.

–         Considero que el libre ejercicio de la libre empresa es el camino más seguro al desarrollo social porque si una empresa quiere producir más y con mayor calidad a quienes debe capacitar en productividad y calidad es a sus trabajadores, quienes dicho sea de paso son la empresa misma y dicha capacitación nos lleva a un camino de desarrollo y conciencia que los trabajadores transmiten a sus hijos, lo que nos permite lograr incrementar el nivel intelectual de las nuevas generaciones en el mundo e inculcar en ellos una cultura basada en la cultura del esfuerzo, el desarrollo y la mejora continua.

–         Hoy los empresarios debemos comunicarnos mejor con los colaboradores de nuestras empresas, hablarles más de cerca y ser sumamente empáticos con ellos y con todos los stakeholders de nuestra organización y hacer de esa cercanía el “dialogo por la esperanza” que nos haga más asertivos para superar la crisis.  

–         Hoy debemos reevaluar nuestros salarios que no solamente tiene que ver con el salario económico, sino también el salario de conocimientos, salario de desafíos para que la persona crezca, el salario de dignidad, el salario de desarrollo, el salario de seguridad, el salario de cultura de la responsabilidad.

–         Finalmente nunca olvidar que hacer empresa es ejecutar, hacer empresa es hacer que las cosas pasen, hacer empresa es formar líderes, hoy más que nunca debemos evaluar el salario de la comunicación y el dialogo que es el salario que más certeza da en momentos de incertidumbre.

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